El ciclo emocional del mercado

Seguramente has oído decir que el comportamiento de un mercado es cíclico. Los precios  tienden a subir y a bajar de manera cíclica, lo que quiere decir que cuando una tendencia se ha movido en una dirección por mucho tiempo, es muy probable que pronto se invierta para volver al punto anterior, luego al inicial y asi sucesivamente varias veces. Lo que también es cierto es que los mercados son un reflejo de la psicología de los inversores, así que junto al ciclo de los precios podemos observar un ciclo emocional del mercado, el cual cada vez está llamando la atención de los inversores.

Es increíble todo lo que pesa el aspecto de las emociones que pueden mostrar los traders a través de sus movimientos en el mercado, desde una apertura o cierre de posición hasta una gran maniobra en mercados grandes que pueda incluso desestabilizar una divisa por cierto período de tiempo acotado. Por más que existan modos de examinar el mercado, y por más que se hayan identificado patrones matemáticos que se repiten, lo cierto es que al momento de invertir millones de traders están realizando movimientos en vivo que mueven la mesa de oferta y demanda de manera constante.

Cierto es que lo realizan basando sus decisiones en indicadores y en complejos sistemas de análisis y estrategias pero al final haciendo una síntesis de todos estos elementos, para tomar una decisión que tiene altas probabilidades de triunfar más no se posee una certeza del 100% máxime cuando comienza a tallar otro elemento tan importante como las emociones. El objetivo de ganar dinero al invertir en un mercado financiero, más la emoción de algunos traders que invierten en marcos de tiempo de pocos minutos son solo algunos de los aspectos emocionales que afectan a los mercados.

Podemos decir que estos aspectos  emocionales se traducen en esas fases de incerteza o inestabilidad mostradas en los gráficos del análisis técnico. Aunque obviamente una estrategia va construida en base a informaciones concretas, tener una idea de lo que se llama el ciclo emocional de un mercado es de gran utilidad a la hora de tomar decisiones, ya que nos permite controlar las emociones y no ser víctima de éstas.

Es cierto también que mantener las emociones a raya sin que se salgan del libreto que se trazó en una estrategia no se logra de un día para el otro, pero con el paso del tiempo el temple comienza a pasar de nuestro lado y jugar a nuestro favor. No hay escuela que nos enseñe esto, sino que el mejor consejero es, como en muchos ámbitos de la vida, el mismo tiempo que transcurre entre sesión y sesión de trading.

El ciclo emocional de un mercado se compone de varias etapas. Si las pusiéramos todas en una curva, veríamos que ésta tendría ondas que suben, bajan y vuelven a subir. Las emociones por las que pasa un trader son las siguientes: Optimismo, excitación, entusiasmo, euforia, ansiedad, renuncia, miedo, desesperación, pánico, capitulación, abatimiento, depresión, esperanza, alivio, optimismo. Como se suele decir, después de la tormenta viene la calma.

Podemos interpretar esta ola de sentimientos de la siguiente manera: al inicio uno se siente bien, optimista y esta emoción aumenta de manera progresiva, hasta llegar a la euforia, que corresponde al momento de mayores posibilidades de ganancia pero también de mayor riesgo. De la ansiedad a la depresión vemos una sucesión de sentimientos negativos que nos hacen tomar una actitud de mayor precaución.

Asimismo, podemos decir que la fase de la emoción va más de acuerdo con las inversiones a corto plazo y que la fase de la precaución con aquellas a largo plazo. Cuando tocamos el momento de depresión el mercado ofrece las mejores oportunidades de inversión a largo plazo porque los riesgos se han minimizado. Entonces inicia de nuevo un período de esperanza en el que la actividad aumenta, así como el riesgo y la posibilidad de ganancia. Identificar en qué momento del ciclo emocional del mercado nos encontramos nos ayuda a movernos mejor en momentos de volatilidad y nos permite identificar los mejores momentos para invertir a largo o a corto plazo, permitiéndonos crear estrategias de manera más completa y fiable.